COLOMBIANAS – comenzando

Tres docenas de mujeres, casi todas colombianas, en un salón de clase de una universidad. Suena una alarma. Se oye una voz que dice algo en un idioma que no es castellano.

Las mujeres se ríen. La alarma sigue sonando. Con calma se levantan de las sillas, dehacen el círculo que habían armado con las mesas, dejan el salón en orden y bajan las escaleras. Salen a la noche fría con los ojos brillantes. Lágrimas? Tal vez.

Afuera, una pequeña multitud se organiza para una foto de recuerdo, sentados sobre el pasto que cubre la colina artificial del parque infantil. Las mujeres se mezcan los otras mujeres, con hombres, muchos llevan la mochila arhuaca terciada, y cuando alguien anuncia que llegaron el vino y la comida hay quien suspire «si hubiera un aguardiente para este frío tan berraco».

Una hora más tarde algunos comienzan a marcharse, se intercambian números de teléfono, se añaden contactos whatsapp, se reparten abrazos estrechos porque viven en 28 países diferentes.

Las mujeres siguen con los ojos brillantes, llenos de ideas para el futuro. Un porvenir histórico : el de una patria en Paz.

Son colombianas. Ellas, y muchas más, son ejemplo vivo de que sí se puede. Su experiencia prueba que una mujer valiente es un valor seguro.

Estas son sus vivencias.